Soberano Dios y padre Celestial,
alabo y bendigo tu nombre,
porque cada mañana al despertar
compruebo ti inmensurable amor
por mi y se que en ti puedo confiar,
esperar y descansar en tu gran
fidelidad.
Hoy te pido que me abraces
con tu favor, me bendigas, me guardes,
hagas resplandecer tu rostro
sobre mi y llenes mi vida
de tu perfecta paz. Amen.
Pr. Candy Murillo
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